lunes, 15 de diciembre de 2008

Añadas, una incertidumbre que nos regala la naturaleza...


En el mundo de hoy, donde los vinos se hacen pensando en el gusto del consumidor y no como se hacían antes, donde la naturaleza decidía. En donde aquellos bodegueros que respetaban la decisión de la madre natura y hacían el vino que la misma les permitía, son dinosaurios al borde de la extinción. El concepto de "añada" parece un poco perimido.
El término añada refiere al año en que se vendimió la uva que luego se utilizó para vino. En otras épocas, donde la tecnología y la mano del enólogo no tenía una trascendencia como actualmente la tiene, el factor climatológico de una año podía llegar a influir mucho en un vino.
Hoy día tenemos por lo menos dos escuelas, una que dice que los vinos deben ser como el consumidor quiere que sean, y que si al consumidor le gustó un vino, el mismo debe tener el mismo gusto todos los años. En esta escuela, el enólogo utiliza toda la tecnología a su alcance para lograr este equilibrio año a año. La otra escuela habla de respetar la decisión de la naturaleza, esto implica que un mismo vino puede cambiar año a año - aunque siempre intentando mantener una identidad - dependiendo de los factores climatológicos que hayan afectado a las uvas que le dieron su alma. Esta última concepción del vino está mucho más vinculada con el concepto de "terroir" - del cual escribiré más adelante - donde se considera que un vino surge de la suma de por lo menos 4 factores, la región, la tierra, el clima y la mano del hombre.
No creo que ninguna de las dos concepciones esté mal - ni bien - simplemente son diferentes, lo fascinante sería intentar diferenciar año a año hacia donde se inclinan los que crian los vinos que nos gustan...a

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